Sí, no es una equivocación. La frase real es que todas y todos somo inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Pero en este delirante planeta que habitamos parece ser lo contrario.
La mayoría de gobiernos presupone que todo ciudadano es terrorista, narcotraficante o pedófilo en potencia. Todo llevamos un malhechor dentro y cualquier día se despierta.